La serie Cuéntame cómo pasó, una de las más queridas por el público español, una de las más premiadas por la crítica y una de los espacios más longevos de la televisión en este país, debe acabar. Y cuanto antes, mejor.
A la familia Alcántara le ha pasado de todo: hijo que va a la cárcel por rojo, hija que se enamora de un cura después de haberse ido a una comuna hippie en Ibiza, hombre que pasa de ordenanza de un ministerio a convertirse en ministro durante la Transición, mujer que cose remiendos en casa y acaba siendo diseñadora de primera orden... Lloros, risas, más lloros, más risas....
En fin. De todo eso y mucho más han tenido que sufrir los protagonistas de la serie que se estrenó en 2001.
Lo que faltaba ya es Cuéntame empezara a cargarse toda su trayectoria y se empezara a convertir en una serie de humor barato, algo así como La que se avecina de Telecinco. Si en ese año 2001, algún guionista planteara que sería buena trama hacer que la abuela Herminia probara la marihuana, posiblemente hubiera sido despedido.
Lo cierto es que Herminia la prueba de casualidad, por error, al comer unas galletas que contienen "maría". Esta escena está incluida en el capítulo emitido el pasado jueves 10 de abril que obtuvo un 20'9% de share, un dato que se viene a sumar al fortalecimiento de audiencia de esta última temporada pese a la gran competencia (La Voz Kids o Tu cara me suena).
Aún así, para bien de la serie, para bien de los españoles que presumimos de buena serie, sería recomendable que se pusiera un punto y final. Acabar en lo alto, no destrozarla más hasta agotar al público con tramas cada día más parecidas a las de un culebrón que de una serie de entretenimiento histórica.
Otra propuesta: tras echar el cierre a Cuéntame se podría crear una nueva serie inspirada en ella, un spin off protagonizado por alguno de sus personajes. Cambiar de plantilla de actores y de nombre. Una serie histórica que derive de ella pero que no sea ella.
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