¡Stop! No al uso de niños para hacer campaña electoral

No quiero que se utilice a los niños para hacer política. Y encima es la denominada nueva política l primera en caer en este atropello a la razón. 

¿Está de acuerdo la Fiscalía del Menor con esta utilización política de los niños? Por favor. Acabemos con esto: que la gente vote al político por sus planteamientos razonados, no por sus respuestas a unos niños.

¡Stop! No usemos a los niños en televisión. Ni Podemos, ni Ciudadanos, ni PSOE, ni PP ni ningún partido político. Prefiero las entrevistas hechas por los mejores periodistas y analistas políticos de este país, no por unos inocentes niños contaminados por las opiniones de sus padres y abuelos. 

No al programa Quiero gobernar, de Telecinco, que presenta Ana Rosa Quintana. 

Mi rápida solución contra el paro en España

Me he despertado esta mañana con una bombilla encendida en mi mente. He llegado a una conclusión espectacular, inmensa, única, que cambiaría para siempre la historia de la humanidad. ¡Guau! 

He descubierto la solución contra el paro en España. Es una respuesta rápida, inmediata y megasencilla. 

¿Se las cuento? Vale, comparto mi genial idea con todos ustedes: ¡dejar de ver la final de la Champions! 

Imaginen por un momento que nadie (o casi nadie) se anima a ver esta tarde por la tele la finalísima. Imaginen que mañana los análisis de audiencia de las televisiones en nuestro país nos dejan un dato del 1 o 2% para Antena 3. ¿Por qué? Porque los españoles han decidido protestar contra el paro y/o el empleo precario (ya saben, trabajar más que antes o que otros cobrando la mitad o la cuarta parte de su sueldo). Y lo han hecho así: negándose a ver el fútbol. 

El lunes, créanme, los políticos y los empresarios de este país anunciarían planes de empleo efectivos para reducir, en pocos meses, en pocos días o en pocas horas, las listas del paro. 

La idea es descabellada. Lo sé. ¿Pero se imaginan?

Por cierto, esta tarde, yo también, veré el partido. 

¿Se baña Cristiano Ronaldo con agua helada de madrugada?

Si estás leyendo esto, puede que sea por lo siguiente:


1. Sueles leer las entradas que escribo en mi blog. Si es así, ¡gracias!


2. Has pinchado porque la pregunta del titular tiene su morbo, ¿no?

Si tu opción ha sido la segunda, te doy la respuesta ya: SÍ. Cristiano Ronaldo se baña de madrugada con agua helada porque le "hace sentir bien". Así se lo ha dicho al periodista deportivo Josep Pedrerol en La Sexta. Por cierto, lo recomienda a todo el mundo, por ejemplo "si te has tomado unas copas después de cenar". 

Ahora, si tu opción ha sido la primera, lee mi análisis: ¿la información deportiva es hoy más amarillista que la del corazón? La prensa rosa, de capa caída, se ha transformado en una especie de programa de telerrealidad, a lo Sálvame. Y la deportiva va ocupando minutos antes dedicados a otro tipo de información o programas. 

Total. Que ya la vida y obra de famosos como Ana Obregón o Isabel Pantoja no da audiencia. Ahora la da Cristiano y sus compañeros, sus tuits, sus gestos, lo que sale de sus labios... E incluso el cómo y por qué se ducha uno de los grandes jugadores que ha dado la historia del fútbol.

Mañana jueves, en Jugones, veremos la entrevista de Pedrerol a Cristiano Ronaldo. También habla de su hijo. Y de lo que éste piensa.

Tiempos, tiempos... ¿Se acuerdan cuando los famosos ocultaban a sus pequeños de la prensa y acudían a la Justicia constantemente para defender su intimidad? 

Radicales, nos quieren radicales

Nos quieren radicales, por ambos lados. 

Radicales para dejarnos llevar por el sentimiento de odio, de repulsa al otro, del "nosotros" contra el "ellos". 

Nos quieren radicales y así ganan. ¿Acaso vemos la tele para profundizar en argumentos espesos? ¿O para que nos remuevan el estómago con ligeros contenidos? ¿Hablamos de independencia o de deuda? No: veamos qué banderas entran en un estadio. ¿Ya no existe el paro juvenil? ¿Por qué los políticos no nos proponen todos los días soluciones para esta lacra social? 

Porque los partidos con opciones quieren movilizar al país a través de los sentimientos. Tanto a izquierda como derecha. Nos quieren defensores a ultranza de unas siglas. Y la tele ha aprendido la lección: divide un país en dos, huye de la palabra acuerdo o demonízala, y entonces tendrás millones de personas con el mando de la tele quieto, sin hacer zapping. ¿Acuerdo razonable? No. Guerra de insultos, batalla de estupideces y tuits. Mejor: más audiencia, más publicidad, más dinero. 

Nos quieren radicales y no nos damos cuenta. Nos quieren enfrentar en las comidas familiares, con los compañeros de trabajo, con los vecinos y con quien nos tomamos el café cada mañana. 

¿No lo ven? Sí. Nos quieren radicales. Pero mi voto será sensato, calmado y razonado. El corazón y los sentimientos los dejaré en casa el 26 de junio. 

Lectura recomendada:
Editorial El País: IRRESPONSABLES