martes, 29 de marzo de 2016

El presidente que conduce una comunidad en crisis




Con permiso. ¿Se puede? Espero que sí. Soy Fernando Clavijo, presidente del Gobierno de Canarias. 

Con la mano derecha en la palanca de cambios. La mano izquierda está en el volante pero, ¡ojo!, en la parte derecha del volante. 

¿Mi mirada? Miro a la derecha, pero mi oído está en la izquierda. Con esta postura dirijo Canarias en tiempos incómodos para posicionarse políticamente. ¡Venga, va! Se acepta "mi ideología es la defensa de Canarias". Mientras conduzco el Archipiélago sin oposición dura y crítica, digo, en el Debate sobre el estado de la Nacionalidad en el Parlamento de Canarias, lo siguiente: 




“No vamos a permitir salir de la crisis con una insalvable brecha social. 

"Aún seguimos en crisis; es tristemente obvio, pero también es cierto que las cifras indican un incipiente cambio de tendencia económica"

(Fernando Clavijo)




Aspiro a recorrer cambiando de marcha cuando haga falta nuevos caminos que conlleven nuevas oportunidades. Mientras tanto, yo, presidente del Gobierno de Canarias, hablo, escribo y me fotografío. Confío en ser el primer presidente autonómico querido por la mayoría de los canarios. O, al menos, no llamar demasiado la atención centrándome en mi capacidad de trabajo. 


Sigue todo el debate aquí: Parlamento de Canarias

jueves, 24 de marzo de 2016

La culpa

¿Quiénes son los culpables? 

1. Lo será el que se inmola, el que deja estallar su cuerpo para matar con su autoexplosión a una treintena de ciudadanos. 

2. Culpable podría ser quien lava la mente de esos jóvenes capaces de morir matando por un dios cruel. que yo no conozco. Son esos responsables intelectuales (¡qué manera de desvirtuar la palabra!) los que consiguen convencer, organizar, colocar el cinturón con las bombas al que se suicida. 

Portada de El País (España)
3. Pero, claro, si nos ponemos a ahondar en el problema, la culpa podría tenerla quien discrimina, quien hace que esos jóvenes, aun siendo parte de Europa, no se sientan de aquí. Muchachos llenos de ira, rabia, dolor, sin identidad, sin saber bien qué es esto y qué es lo de allá. Si nos ponemos a buscar culpables, lo son sus profesores, los trabajadores sociales, los colectivos que no lograron integrar y educar sobre la importancia de la vida a estos terroristas que crecieron en el seno de los ideales europeos. 



4. Dice ahora Jean Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, que la culpa podrían tenerla los gobiernos de los países que forman parte de la Unión Europea. Según publica El País: "El problema está ahí desde hace años. Si los Estados miembros hubieran aplicado los planes que aprobamos no estaríamos como estamos a día de hoy”, y quizá “no estaríamos ante acontecimientos tan trágicos”.

CONCLUSIÓN:

La culpa de lo ocurrido en Bruselas la tiene quien mata, quien aprieta el botón con el que se asesina o hiere a centenares de personas. Pero sí es cierto que yo me siento un poco culpable: quizá yo, como el profesor, como el trabajador social, como el político.... 

Quizá yo como tú he mirado demasiado tiempo para otro lado. Y ahora lo que nos quedaba lejos nos llega a la puerta de casa. 

viernes, 18 de marzo de 2016

¿De madre coraje a embustera y borracha?

¿Se acuerdan de Leonor? Su historia fue protagonista a nivel nacional. Esta sexagenaria canaria denunciaba que tenía que trasladar a su hijo con discapacidad sobre su espalda. Así, como muestra la imagen de Canarias7, accedía Leonor con su hijo a su casa.

Pues bien: la Televisión Canaria ha emitido declaraciones de sus antiguos vecinos. Aseguran estas opiniones, que he podido ver en el programa Directo a las 7, que Leonor es una mujer "embustera" y "borracha" con imágenes de Leonor enfadada y rompiendo algo. Por supuesto, ambientada con música que más bien aporta poco al reportaje. ¡Vaya formas!

Foto: Canarias7.es 

Sea o no sea cierta la información, me preocupa y mucho la deriva amarillista de las tardes de la televisión pública de nuestras islas. Si bien la mañana es más informativa, los programas de la tarde (Directo a las 7 y Sin lugar a dudas) tienen unos toques de dudosa calidad democrática.




sábado, 12 de marzo de 2016

¿Qué hace Coronado en Icod?

Sí. No es coña. El actor ha estado estos días en Icod. Se le ha visto paseando por la Ciudad del Drago. Ha visitado, incluso, la Playa de San Marcos. ¿Tiene alguna explicación?

¡Claro que la tiene! Tiene entre sus manos un proyecto cinematográfico que utiliza la isla de Tenerife como escenario. La nueva película que se rueda estos días en la isla de llama "Oro", adaptación de un relato inédito del escritor Arturo Pérez Reverte.

Coronado, que se embarca en este film histórico, ha estado rodando en Anaga y en Güímar, por ejemplo. No hemos podido averiguar si realmente ha habido rodaje en Icod o no. 


La nueva película de Coronado cuenta con un presupuesto de 8 millones de euros. Dirigida por Agustín Díaz Yanes, participan en ella las empresas 
Apache Films, Atresmedia Cine, Tezutlán Films y Sony Pictures España

jueves, 10 de marzo de 2016

No quiero ser solidario


No, no y no. No quiero ser solidario con los refugiados sirios. Soy europeo. Por vivir en el  lugar en el que he nacido pertenezco a eso que llaman Unión Europea. Y los líderes políticos de esa idea han decidido expulsar a los refugiados sirios que llegan a su territorio. Quieren enviarlos a Turquía a cambio de dinero, a cambio de facilidades políticas para que el gobierno de Erdogan pueda formar parte de este club tan desprestigiado como es el de los países de la Unión. 



Quieren así acabar con la crisis de los refugiados, que llegan a Europa por la ruta balcánica. Y, ¡zas! Naciones Unidas, a través de ACNUR, pone en tela de juicio esta decisión: viola los derechos humanos. 

Por eso, como europeo, no quiero ser solidario. Quiero que mi país cumpla la legalidad internacional. Espero que Europa reaccione y acepte, no como marca la moral (que también) sino como marca la ley, dar asilo a los refugiados que huyen de la muerte. Recuerden: son humanos que dejan su país para evitar morir. 

Solidaridad, no. Respeto a la ley, sí. 

martes, 8 de marzo de 2016

El día que conocí a Bertín Osborne

He coincidido con Bertín Osborne en dos ocasiones y en ambas me ha decepcionado.


La primera vez, siendo niño, pasó de mí. No tenía tiempo para los concursantes del programa que le dio trabajo durante años con grandes datos de audiencia. No fue capaz de firmarme un autógrafo ni de hablar apenas para darme ánimos. Ni a mí ni a ninguno de mis compañeros que participábamos, con nervios, en aquel mítico Menudas Estrellas. 




La segunda vez, siendo adulto, no pasó de mí. Pero llegó tarde, muy tarde a la cita. Con cierto aire de superioridad, no pidió disculpas por su falta de respecto al trabajo de los demás. Encima, Bertín presumió de vivir y trabajar sin guión. Según sus palabras, a él no le gustan las escaletas. Prefiere no preparar nada, sale al escenario y dice lo que le va viniendo a la mente. 


Ahora vuelve a molestarme una actitud suya. Para empezar, su nuevo exitoso programa me parece un ataque indiscutible a la intimidad por la que tanto han luchado los famosos de nuestro país en las últimas décadas. En tu casa o en la mía es un formato que explora la vida de gente popular en lugares inaccesibles para el público en general. Pese a ello, reconozco el gran pelotazo en audiencia que ha dado este programa a Televisión Española, pese a aportar más bien poco a la idea de pedagogía democrática que debe primar en la tele pública. Ahora, Bertín rompe con TVE. Y es muy probable que su formato se emita a partir de ahora en una televisión privada, donde encuadra mejor su programa. No son pocos los rumores que lo sitúan ya en Mediaset, el grupo televisivo de Telecinco y Cuatro. 


Bertín no para de cabrearme: desde niño hasta hoy. 



miércoles, 2 de marzo de 2016

Lo que más gusta de la investidura es...


No es el beso, sin pasión, entre Pablo Iglesias (Podemos) y Xavier Domenech (En Comú Podem). 

No es el tono humorístico impuesto en la voz de Rajoy (¿algún asesor puede decirle que no le sale nada natural?)

No es la excelente dicción que tiene tanto Pedro Sánchez como Albert Rivera (podrán estar equivocados, pero no me nieguen que tienen buena capacidad de comunicación verbal y no verbal). 

No son las broncas. Ni las risas. Ni los aplausos. Ni Patxi López. 

Lo que más me gusta de la investidura es que la política ha vuelto a la calle. Está en todas partes: en los bares, en las peluquerías, en las radios de los taxistas, en las aulas de los colegios, en las oficinas del paro, en los consejos de administración de las grandes empresas, en los centros de jubilados... 

Lo que más me gusta de la investidura es que la política está en mi móvil, en mi correo electrónico, en mi Facebook, en mi Twitter, en mis grupos de Whatsapp... Y en la tele. La política es la reina de los contenidos televisivos. 

Sí. Creo que eso es lo que más me gusta de la investidura.